martes, 17 de abril de 2007

Niñas Monstruos




En la vida hay muchas cosas que nos producen placer. Siempre llega el momento en que uno se detiene a pensar que hay cosas que producen más placer que el resto de las otras cosas. Esos procesos reflexivos de autoconocerse pueden arrojar resultados bastante temibles. ¿Que pasa por ejemplo cuando el deseado placer lo producen cosas o situaciones más complejas, más oscuras?. Ya no estamos hablando de un tipo que tiene placer comiendo pizza o caminando descalzo por la calle. ¿Qué pasa con la gente que disfruta con el dolor por ejemplo?.

Los placeres más curiosos e incluso siniestros del ser humano motivan a estos tipos a buscar compañía, Juntarse.

Los sadomasoquistas se juntan, los pedófilos, los adictos al sexo, los ciclistas, los roqueros, los drogadictos, los adictos a los videojuegos, los cinéfilos etc. Todos arman sus comunidades y se dedican a hacer lo que más les gusta. Así es como veo a estas chicas, así es como las he intentado comprender todo este tiempo. Tiene un placer en común: y se juntaron.

A y M se conocieron en la Universidad. Haciendo un trabajo en la casa de un compañero descubrieron que ambas gozaban de la misma forma: Asustando a la gente. Suena bastante ridículo a primeras, pero A y M en el momento en que se metieron en un closet del dormitorio de su compañero y asustaron a una de sus pares, se dieron cuenta que compartían su deseo más adictivo

Desde ese momento no se separaron más, siguieron asustando a gente en la universidad, en carretes, pero llegó un momento en que el deseo fue más fuerte y llevaron su deseo de asustar a niveles insospechados y se autodenominaron las Niñas Monstruo, nombre que le robaron a un poeta maldito para realizar una serie de acciones para satisfacer sus ganas.

¿ En que momento se dan cuenta que asustar a otros es lo que les produce el placer más grande de sus vidas?.

A: Siempre disfrute asustando desde chica. Tenía enferma a mi hermana, al principio hacíamos competencias de quien asustaba más a la otra, pero llego un momento en que le agarré los pies escondida debajo de la cama y lloró tanto que me pidió a gritos que dejara de hacerlo. Tuve que seguir asustando a las vecinas.

M: Yo era igual, mi mamá trabajaba en una tienda de ropa. Me escondía entre los probadores y las prendas para asustar a los clientes. Era muy chistoso y nadie me retaba porque era muy chica.

Pero esas son travesuras infantiles, yo una vez asuste a mi hermana chica con una mascara y casi le da un infarto, pero es una gran diferencia salir a la calle y asustar a desconocidos solo por placer.

A: Mi psicólogo me dice lo mismo (risas). Es algo adictivo, no se puede controlar, es cuando los obesos saben que no pueden comer pero el cuerpo se los pide. Mi papá dice que tengo una enfermedad, yo no estoy de acuerdo porque estoy bien consiente de lo que estoy haciendo, o sea, no soy una cleptómana que anda robando por placer, pero que después se arrepiente y dice: Esa no era yo. Aparte el placer que nos produce asustar a la gente no es una patología, solo lo hemos llevado al límite.

¿Cuál han sido la asustada que les ha provocado más placer?

M: Se diferencian. Suponte asustar a un niño es exquisito pero es algo mucho más fácil. En el rango de las drogas seria como consumir marihuana, hay en todas las plazas (risas), pero si hay algo que me ha gustado es asustar a una pareja en un motel, es una adrenalina que no te explico, yo creo que es como el placer máximo, una guea orgásmica.

¿Y como llegaste a meterte a un motel para asustar a la gente?

M: Tenía un pololo que vivía al lado, de un motel estilo cabañas en La Florida. A veces nos pasábamos para escuchar los gritos de las parejas, a mi pololo le gustaba imaginarse historias, que eran juniors o secretarias. Un día en un supermercado compramos unas máscaras de “halloween” y me metí a una cabaña mientras este gueon me esperaba urgío afuera, vigilando si venia un guardia. Me metí en el baño y entró justo una pareja al motel, se empelotaron y comenzaron a culiar, cuando llevaban como 5 minutos salí gritando con la mascara puesta y los gueones se asustaron tanto que el loco, salio a perseguirme en pelota. Yo estaba fascinada, mi pololo me putió como 2 meses por la tallita.

A: Yo una vez asuste a unas abuelitas que tomaban sol en un asilo de ancianos. Caminaba a tomar la micro y las pilles despistadas y les pegué el medio grito. Casi se murieron y lo gocé harto, pero después me sentí como la mirda.

¿Que hay de cierto con que se meten a las casa a penar? Ya no se estarán pasando del límite.

A: Mira, si tu lo miras desde esa lógica obvio que sí. Nosotras de cierta forma sentimos que lo nuestro es una adicción, nos excita y lo trataremos de hacer el máximo de veces posible. Sin embargo sentimos que a la gente le gusta estar asustada, siempre busca asustarse, buscan el miedo. Nosotros tratamos de hacerlo una vez por casa y jamás nos metemos dentro de las piezas, nisiquiera el living, siempre desde las ventanas, nos ponemos máscaras de monstruo y miramos dentro. Eso es todo lo que hacemos.

¿Y que se siente?

M: Bueno esto sería como una droga más dura, coca por ejemplo (risas), se siente la raja, sobre todo cuando hay tipos que se creen rudos dentro de las casas. Una vez lo hicimos fuera de un departamento y juesto ahí vivía el Alvaro España de los Fiskales (ah doc), el gueón casi se hace caca cuando nos vio asomándonos por la ventana de su living con vestidos blancos y las caras pintadas y eso que el loquit tiene una parada de punky, de hombre rudo y casi se nos muere del susto.

Ustedes tienen un fotolog donde cuentan más o menos sus actividades, ahí amenazan en realizar algunas acciones públicas, ¿en qué consisten?

A: Vamos a asustar a la Bachelett.

¿Por el Transantiago?

A: (risas) No, nosotras creemos que es una buena forma de hacerle un cambio de imagen, que se vea más vulnerable que como la están pintando sus asesores. Como que la están perfilando mucho a ser la vieja que se las sabe todas y si la asustamos en público la gente la va a volver a querer, a considerarla una persona. .

Esta difícil eso con tanto guardaespalda, ¿Y otros proyectos?

M: Como Niñas Monstruos queremos generar un grupo abierto para que más gente se integre a realizar distintas acciones para asustar a gente de poder. Como que en un momento descubrimos que Luksic se puede asustar igual que Juanito Pérez, entonces queremos que cualquier pelagato pueda asustar a figuras públicas para eso tenemos un mail: niñasmonstruos@gmail.com para que se contacten con nosotras.

A: también estamos en conversaciones con una productora para hacer un programa para asustar a distintos famosos, espero que eso salga, yo creo que a la gente le gusta estar asustada.