lunes, 18 de junio de 2007

Asesíname.


Paseabas por unas disquerías de Florida cuando viste tu disco en una vitrina. La tienda estaba llena de carteles que promocionaban ofertas para el “día del Padre”, pensaste en tu viejo, si había escuchado tu álbum y se te ocurrió regalarle una copia, pero lo descartaste enseguida y compraste un disco para tu novia.

Llevabas una bolsa llena de cosas, pero adentro no iba ni un regalo para él. Si no te importaba ¿Por qué pensabas tanto en eso?, sabiendo que él no tenía idea de cuando era tu cumpleaños.

Pasaste casualmente por una armería y pensaste que lo mejor sería regalarle una pistola. Hace rato que viene amenazando con matarse, pero nadie quiere darse cuenta. A la prensa argentina le encanta poner todos sus escándalos en la sección de espectáculos, pese a que desea aparecer en la crónica roja.

Crees que los periodistas argentinos son unos estúpidos, pero al parecer todos los periodistas del mundo lo son. Nadie quiso escuchar bien la letra de su último hit, se convirtió en la canción favorita de los chicos que aman a modelos que los hacen pebres o a los fans de “resistiré”, pero ahí lo gritaba clarito: “Yo me quiero morir, no aguanto mas estar aquí” y repetía frases de Lennon como un zombi con insomnio.

Es difícil, lo sé. Las relaciones padre hijo siempre son extrañas. Como decía un periodista chileno, te pareces a él, como yo me parezco a mi papá y cómo tú al tuyo. Pero mi único conflicto de egos con mi viejo, aparte del complejo de Edipo, fue llamarme igual a él. Aparte nunca pude ser el futbolista que quería que fuse, pero cuando supo a mis 8 años que el fútbol no era lo mío, dejó de hincharme las pelotas y sólo se dispuso a quererme, a sufrir conmigo y aguantarme .

Ha sido bien jodido ser “el hijo dé”. Todas tus entrevistas giran en torno a su figura omnipotente. Pero en todas tus confesiones, lo disculpas; incluso cuando llamó a todas radioemisoras trasandinas para pedirles que no pasaran tus canciones. Lo perdonaste con un gesto mesiánico, como cristo redimiendo a maría magdalena, (… ¡que lance la primera piedra!) como si en realidad tú fueras el padre y él el pendejo que se manda todas las cagadas.

Vivir con él siempre a sido complicado, los fotógrafos y noteros haciendo guardia fuera de tu casa, cada ves que se manda un cagazo o se tira a una piscina desde el noveno piso. Tú le aguantas todo.

Lo miras componer canciones filosas, que duelen hasta al tararearlas. Susurrando a un micrófono, tocando el piano con los dedos deformados por la artrosis. Su pieza hecha mierda, la cama siempre sin hacer y un olor a funeral irrespirable. Pero es así como aprendiste a hacer canciones y también, como le enseñaste a él hacer buenas canciones. Es cierto, él puede ser un conchesumadre contigo, pero siempre recuerda cuando le sugeriste que dejara el progresivo guardado en el baúl de los recuerdos y que hiciera temas de una sola estampa, sin partes de más, y se paseó como un león enjaulado de la cama al living.

Nadie dijo que era fácil llevar la marca del padre, sobre todo llevarla al extremo. Los fotógrafos siempre te retratan como Su hijo, con los dedos doblados, las piernas cruzadas y el rostro perturbado frente a un piano.

A Sean Lennon le pasa casi lo mismo que a ti, pero el es libre porque un enfermo mental se encargó de eliminar a su papá. Sean se puede dar el lujo de usar los mismos anteojos de John si lo quiere, y nadie le dice nada, porque el bueno de John descansa en el cielo y nos dejó unas canciones hermosas. Sean canta reparecido a su viejo, pero todos sabemos que es el hijo amado, el que esta en el cd, canciones peligrosas, de amor, de traición. Es el pobre de Julian, el niño que hizo el dibujo de Lucy in the sky, el que está más cagado.

Fue difícil echarlo de la casa, sobre todo quedar con un tajo en tu rostro pecoso. Entras a su cuarto y aún sigue ese olor a muerto. Es terrible ser inmortal, estar cansado y no poder morir nunca, ¿porqué crees que los roqueros mueren a los 27?, sencillamente porque no aguantan más y tu viejo hace rato que quiere pasar a mejor vida.

No es casual, que tu disco se llame así. Tu papito siempre se está moviendo. Pones el último disco de Sean Lennon. Todos creemos en que va a venir una mujer a salvarnos de la muerte. Sin embargo el angelito de tu viejo se murió mucho antes que él. Debe ser terrible ser inmortal y no poder morirse nunca. En chile un poeta llamado Carlos de Rokha, se mató con la misma pistola con la que su papá Pablo se voló los sesos. Dejas el revólver sobre la cama sin hacer, y comienzas a matar el mito. Dejas una nota en un pos –it “Feliz día del padre, te desea su hijo.”

No me gustaría estar en tu pellejo, no cambio a mi papito por nada del mundo, ni siquiera por un genio del rock latinoamericano. Pero todos tenemos líos con nuestros padres, incluso los personajes de “Lost”. Pero a Lennon se lo pitiaron mucho antes de que se le acabara la voz y que hiciera una banda con los músicos del Negro Piñera.