miércoles, 24 de diciembre de 2008

Noche de Paz









Lo único que pido esta Navidad es a la Paz, compadre. Esta época me recuerda a ella, el tufo a cola de mono y pan de pascua, los adornos cuadrille, la gente caminado como estúpida con bolsas de tienda en las calles atestadas, la Navidad es ella loco, la crespita alta con la que una vez me viste en Brasil.

Antes de conocerla odiaba la pascua igual que tú. El verdadero espíritu navideño lo viene a entender recién el 25 de Diciembre del año pasado. Estaba recién viviendo con la Chica y quería hacerle un regalo entretenido, ya que era la primera vez que lo pasábamos solos. Le quería comprar lencería compadre, así que fui los días previos a una de estas tiendas en Patronato a comprarle algo bonito y ahí conocí a la Paz.

No sabía que chucha comprar y esta mina que atendía el negocio, empezó a mostrarme los conjuntos más llamativos. Calzones transparentes, portaligas, encajes, terciopelos y disfraces, pero se me hacía cada vez más difícil la decisión, porque la Chica es cuática compadre, tu cachay, es más complicada y dudaba si algún traje le gustaría.

Así que en mi desesperación le dije a la vendedora que mejor lo dejáramos hasta ahí, que me disculpara, que mejor le regalaría una colonia a mi mujer, cuando me ofreció probarse los modelitos para que decidiera. Así pos compadre, care raja, y yo me quedé helado ahí mirando con esta cara de huevón como cerraba la puerta de la tienda y se llevaba las prendas por las que estaba indeciso, metiéndose al probador.

Así tal cual como te estoy contando, la mina salía del probador desfilándome los trajes más sensuales que había visto en una persona de carne y hueso. Me hacía tocar las ligas sobre su piel pálida y rozaba su culo hecho a mano en mi tula. Hasta que salió vestida con un babydoll rojo con ligas blancas y con un gorro de viejo pascuero en la cabeza y a mí como que se me movió el piso. Ahí se me salió la animalidad ahí mismo y me lancé sobre ella, no sin antes dejarme poner un condón rosado que sacó de un cajón y que colocó ella misma.

Fue así que me dedique toda la semana pre-navidad a ir a la tienda, elegir un traje y tirármela ahí mismo. Incluso el día 24, llegó la dueña del local a la tienda, por lo que nos tuvimos que ir a un motel. Parece que todos se ponen buenos pa los polvos en esta época, porque los moteles estaban llenos a eso de las 4 de la tarde, así que me la tuve que llevar a mi taller, donde nos mandamos una gloriosa cacha con ella vestida de enfermera, en un colchón que tenía ahí cuando la Chica me echaba del depto.

Bueno esa Navidad, fue fome como siempre; le regalé un perfume culiao a la Chica y ella me regalo un celular obviamente pa paquearme, luego a dormir.

Al otro día fuí al taller pa aprovechar el feriado y adentro había un paquete de regalo gigante, una caja con mi nombre que uno de los cabros me dijo que había llegado en la mañana No abrí altiro la caja, pensé que podría ser y solo se me ocurría algo así como una lavadora por la forma. Entonces comencé a romper el papel y abrí el paquete y de adentro compadre, salió la Paz casi en pelota con un traje así como de cuero, con tacos y una botella de cachantun en las manos. No te miento compadre, y a mí casi se me para la cuchara del susto y ella sale, me da un beso y me dice “Feliz Navidad, yo soy tu regalo”. Y así tuve la navidad más bonita de mi vida.

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